Con gran entusiasmo para enfrentar un día lleno de bendiciones y sorpresas, nos reunimos en la Misión alrededor de las 11:00 AM para comenzar a disfrutar de este día, cada uno cargado con un arsenal de comida en su "lonchera", con alimentos tan diversos como huevos duros, tomates, arroz, pollo, sanguches de todo tipo, maní, galletas, almendras, queque, papas mayo, etc. dando paso a un intercambio de comida, pensando en compartir con nuestros jóvenes hermanos.
El largo viaje que nos esperaba al sector precordillerano del Cajón del Maipo, con nuestros 2 bólidos cargaditos con cristianos aventureros, estaban listos y dispuestos para enfrentar las mas de 2 horas de ascenso a través de los curvilíneos y áridos caminos del sector.
Tras la búsqueda del sector "ideal", nos detuvimos a alimentar nuestro espíritu con el mejor de ellos, la palabra del Señor a través de nuestros consejeros. Quienes nos hicieron reflexionar con respecto a Ser jóvenes Íntegros, revisando nuestra relación con Dios, nuestra participación en la Iglesia, ser luz en nuestro hogar y el testimonio frente al Prójimo.
El espíritu esta alimentado, ahora tendríamos que comenzar el almuerzo comunitario compartiendo cada uno su “lonchera”, para luego seguir el ascenso en busca de la tan ansiada nieve…
Así, se dio paso a un porfiado deseo por llegar hasta el final del camino o donde nuestros bólidos pudieran llegar y así fue, finiquitamos nuestra carrera al encontrados con los primeros “manchones” de nieve, reposado en las pedregosas falderas de los cerros precordilleranos próximos al embalse “El yeso”.
¿Hubo guerra?, pues claro!!!... Guerra, porrazos, picados, embarrados, mojados, incluso hubo quienes exigieron la presencia de “la mama”, al verse perdidos ante el desafío de bajar un cerro.
Para finalizar dimos paso a la ultima actividad, una dinámica que apeló a la neurona creativa de cada uno que nos hizo comprender que debemos poner mas cuidado en las cosas que se nos presentan, para así entendernos para trabajar en equipo.
Quieres conocer mas detalles o te lo perdiste?, revisa nuestra próxima actividad…
Agradecemos a Dios la oportunidad y los medios que nos da para disfrutar de sus maravillas, de contemplar lo majestuoso de su creación y ser hijos suyos.
“Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo y todos miembros los unos de los otros”…
Romanos 12:5
El largo viaje que nos esperaba al sector precordillerano del Cajón del Maipo, con nuestros 2 bólidos cargaditos con cristianos aventureros, estaban listos y dispuestos para enfrentar las mas de 2 horas de ascenso a través de los curvilíneos y áridos caminos del sector.
Tras la búsqueda del sector "ideal", nos detuvimos a alimentar nuestro espíritu con el mejor de ellos, la palabra del Señor a través de nuestros consejeros. Quienes nos hicieron reflexionar con respecto a Ser jóvenes Íntegros, revisando nuestra relación con Dios, nuestra participación en la Iglesia, ser luz en nuestro hogar y el testimonio frente al Prójimo.
El espíritu esta alimentado, ahora tendríamos que comenzar el almuerzo comunitario compartiendo cada uno su “lonchera”, para luego seguir el ascenso en busca de la tan ansiada nieve…
Así, se dio paso a un porfiado deseo por llegar hasta el final del camino o donde nuestros bólidos pudieran llegar y así fue, finiquitamos nuestra carrera al encontrados con los primeros “manchones” de nieve, reposado en las pedregosas falderas de los cerros precordilleranos próximos al embalse “El yeso”.
¿Hubo guerra?, pues claro!!!... Guerra, porrazos, picados, embarrados, mojados, incluso hubo quienes exigieron la presencia de “la mama”, al verse perdidos ante el desafío de bajar un cerro.
Para finalizar dimos paso a la ultima actividad, una dinámica que apeló a la neurona creativa de cada uno que nos hizo comprender que debemos poner mas cuidado en las cosas que se nos presentan, para así entendernos para trabajar en equipo.
Quieres conocer mas detalles o te lo perdiste?, revisa nuestra próxima actividad…
Agradecemos a Dios la oportunidad y los medios que nos da para disfrutar de sus maravillas, de contemplar lo majestuoso de su creación y ser hijos suyos.
“Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo y todos miembros los unos de los otros”…
Romanos 12:5
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